domingo, noviembre 20, 2005

El conocimiento nos hará libres

ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, por medio de su blog para el Avance del Pensamiento Crítico promueve el siguiente manifiesto que, demás está decir, suscribo punto por punto.

El texto tiene algunas puntualizaciones localistas (ARP-SAPC es una asociación española), sin embargo, me parece que a un lado de los nombres puntuales, toda hispanoamérica está sumergida en la problemática cultural que el manifiesto denuncia.

Manifiesto por la cultura veraz

La evolución de la sociedad depende de su cultura y, en nuestros tiempos, buena parte de la cultura depende de los medios de comunicación. Los medios de comunicación deben, por tanto, presentar la realidad de forma correcta, utilizando los hechos y razonando a partir de ellos. Evidentemente, los razonamientos relativos a la política, a las actuaciones de los gobiernos son incompletos y su análisis suele llevar incorporada una componente subjetiva dependiente de la persona que realiza el análisis. Sin embargo, cuando se seleccionan los hechos y se mezclan con la finalidad de obtener una conclusión, el resultado es manipulación.

Cuando hablamos de otro tipo de conocimientos como los históricos, los técnicos o los científicos, la actitud ante los hechos cambia: la ciencia, la tecnología, la historia o la lingüística se basan en el análisis sin prejuicios de los hechos. Pero, de igual forma que debe analizarse sin prejuicios tampoco debe hacerse desde la especulación. Los métodos que han desarrollado las distintas ramas del conocimiento han permitido, permiten y permitirán que nuestro conocimiento crezca.

En los últimos años hemos ido descubriendo cómo muchos medios se desviaban hacia la manipulación política, hacia programas pseudocientíficos que no sólo no aportan cultura a la población sino que la proveen de datos o análisis manifiestamente erróneos o contrarios a los hechos conocidos, de los que se deducen teorías claramente y evidentemente falsas. Estas falsas especulaciones basadas en datos seleccionados y manipulados son una de las fuentes de la incultura.

La mayoría de los medios de comunicación han caído en la creación de programas o secciones pseudoculturales o pesudocientíficas: secciones de ocultismo o astrología, programas pseudocientíficos o documentales pseudocientíficos. En estas secciones y programas no se salva ninguna de las ramas del conocimiento. Así, asistimos a programas que manipulan la historia, periódicos que le dan pábulo a las predicciones de los astrólogos no sólo en secciones sino también en artículos, pseudohistoriadores que falsean o se inventan datos para obtener beneficios, programas televisivos que con el fin de crear un misterio son capaces de obviar la realidad.

En este contexto es en el que nació hace breves fechas un nuevo canal, el Canal 4. Muchas personas esperábamos un canal que no cayese en estos vicios comunes en la mayor parte de los medios de comunicación. Sin embargo hemos podido que no sólo no es así, sino que en este canal aparecen varios programas pseudocientíficos plagados de mentiras, falsos datos o especulaciones más que surrealistas. Hemos visto un programa dirigido por una de las más grandes figuras actuales de la pseudociencia: Iker Jiménez, centraba su programa en el desconocimiento. Hemos visto cómo inventaba datos o los interpretaba desde el desconocimiento o desde el conocimiento manipulado.

Es comprensible que una nueva cadena necesite presentar programas que atraigan y fidelicen audiencia pero esto no debe de hacerse a cualquier precio: el fin nunca ha justificado los medios. Un canal que nace con vocación de formar e informar no puede ni debe tener este tipo de programas. Un programa en el que se afirma que el hombre nunca llegó a la luna y simultáneamente se afirma que el Apolo 11 en su viaje a la luna detectó un OVNI por parte de una persona que, simultáneamente afirma en uno de los alunizajes se descubrieron construcciones alienígenas no sólo no debería tener ningún tipo de crédito sino que debería de ser fulminantemente eliminado de la programación.

En este país tan carente de formación científica, con una clara pérdida de cultura media en la población y con una carencia crónica de programas de divulgación del conocimiento entretenidos, la existencia de este tipo de programas no sólo no incrementa lacultura media de la población sino que la disminuye a través de datos erróneos o de especulaciones absurdas. La finalidad de este mundillo de lo misterioso, lo paranormal, la ciencia alternativa o la medicina alternativa necesita de una población desinformada para obtener de ella lo que pretende: beneficios económicos.

En estos programas habría que recordar el principio de economía que enunció Hume hace mucho tiempo y que puede resumirse como: afirmaciones extraordinarias necesitan pruebas extraordinarias. ¿Qué significa esto?. Si en uno de estos programas se afirma haber visto una vaca no hace falta aportar prueba ninguna pues nadie va a dudar de tal hecho dado que es cotidiano. Si se afirma que se ha visto una vaca corriendo a 60 km/h pues es necesario aportar pruebas pues, probablemente, esa vaca sea la que tiene el récord de velocidad vacuno. Si lo que se afirma es haber visto a una vaca volando por sus propios medios pues entonces hay que aportar pruebas extraordinarias para tal afirmación. Así se ha comportado siempre el avance del conocimiento.

Una frase para la reflexión sería: "el conocimiento os hará libres".

Por estos motivos este manifiesto pide a los medios de comunicación:
1. La eliminación de programas pseudocientíficos.
2. La creación de programas culturales entretenidos: de historia, ciencia, tecnología o cualquier otra rama del saber.
3. La eliminación de secciones basadas en la superstición: astrología, cartomancia o cualquier otra superstición.
4. El asesoramiento o supervisión en materias relacionadas con el conocimiento por parte de expertos externos e independientes en las correspondientes materias.
5. Que se separen los hechos de las opiniones o especulaciones propias del conductor del programa o la sección correspondiente.

7 comentarios:

Jesus Torrivilla dijo...

Yo también estoy de acuerdo con los postulados de su manifiesto pero hay que pensar algo también ¿Acaso todos quieren ser libres? ¿No será bueno, de vez en cuando, algún parapsicólogo en la televisión hablando con decenas de muertos? ¡Ah! Yo creo que sí. Hombre que eso vende.

La industria no se alimenta de la ciencia, las masas no comen eso. Tal vez para la próxima

Claudio dijo...

Escencialmente la mentira está mal, Caporal. Yo no quiero vivir en un sistema social que privilegie o al menos no rechaze el engaño y el fraude, ¿tú si?

Secuestrar y matar personas también da dinero ¿tu secuestrarías o matarías por dinero? Pienso que no, pero no te conozco.

En cuanto a lo que dices sobre que la industria no se alimenta de la ciencia no puedo estar más en desacuerdo contigo. ¿Crees que el ordenador desde el que escribiste el comentario fue elaborado en base a postulados parapsicológicos? Yo me inclino a pensar que la tecnología está basada en la física del estado sólido.

Otra cosa es, claro, que los industriales sepan cabalmente que su negocio se debe en parte al conocimiento científico. Pero ese no es el punto.

Por último, completamente de acuerdo en que las masas "no comen" ciencia. Sin embargo, ese es más un defecto que una virtud.

Jesus Torrivilla dijo...

Me he expresado o me has entendido mal. La industria como concepto global del avance técnico de la humanidad, nace a partir de la ciencia, eso es algo innegable. Lo que intenté decir está relacionado con las masas, que cada vez menos comen ciencia (conocimiento, instrucción). Si estamos ambos de acuerdo en ese punto, llegaremos entonces fácilmente a la conclusión de que la demanda de "programas culturales entrenidos" nunca, por lo menos en los tiempos que vivimos, podrá alcanzar la demanda de "reality shows", pseudociencias, "sitcoms" o apologías a la mediocridad.

Por eso es que con respecto a sus peticiones a los medios de comunicación, mi opinión es -repito- que dicha industria no se alimenta, es decir, no se sustenta, no obtiene ingresos, de los "programas culturales entrenidos" pues no son negocio. Claro que la industria se fortalece del binomio ingresos-conocimientos para evolucionar, entonces si no hay fuente de ingresos y el medio no es rentable, perece. Cosas del capitalismo.

También se podría intentar incentivar la lectura y abandonar la caja abominable.

Intersante.

Claudio dijo...

Entendido y totalmente de acuerdo contigo, Caporal. El problema es que dar por sentado el hecho de que las cosas van a quedar así por siempre jamás no impulsa el cambio.

En particular, yo no creo que el manifiesto sirva para cambiar la manera de pensar de los dueños de las empresas de medios, apuesto a menos. Apuesto a que haga suficiente ruido como para que la opinión pública se entere de que existen puntos de vista alternativos a aquellos en los que está sumergida dia a dia.

El manifiesto no cambiará nada de inmediato ni de forma directa. Me parece que una clave del cambio está en lo que dices en tu último párrafo. El cambio, si es que alguna vez se da, vendrá de la mano de la educación, la tradicional de los libros, la de los museos de prohibido NO tocar o de excelentes programas de televisión como los de la serie Nova.

Anónimo dijo...

Compañeros, estamos discutiendo sin tener presentes la esencia de la problemática. Hablamos de dos cosas diferentes. Por un lado está la comunicación, lo que nosotros entendemos que debería ser como fenómeno social, y por otro lado está la comunicación, lo que ellos entienden que debe ser como negocio capitalista. Por no mencionar la comunicación como instrumento político y económico para mantener bajo control, o en el descontrol, las reacciones de las masas populares. La comunicación como empresa neoliberal no tiene más fin que minimizar los costes para maximizar los beneficios, y desde esa óptica hemos de analizar quizás por qué utiliza los métodos que tiene a su alcance de una forma tan eficaz.

Si queremos que la comunicación como fenómeno social cumpla cabalmente con su cometido, hay que sacar su plasmación física y la gestión de sus aspectos concretos de la órbita de influencia del gran capital.

Algunos estamos en ello.
Antonio García
NingunOtro@hotmail.com

Anónimo dijo...

soy mario de Argentina,estoy muy de acuerdo ,el conocimiento a travez de la cultura y sus diversas manisfestaciones,nos dan la posibilidad de ser mas LIBRES a corto, mediano y largo plazo.El uso y ejercicio del pensamiento ,tal vez es mas dificil y molesto es el camino mas facil,el equivocado.Ser mas cultos nos ayuda a poder manejarnos mejor en la vida .Los medios de comunicacion actuan en conveninecia economica es un negocio que no le inporta el nivel cultural de los receptores ni creo que les convenga,es mas facil atrapar a la gente asi y es a drede,creo que los estados deverian intervenir siempre respetando la libertad de los individuos y las empresas,y tratar de poner reglas definidas y respetables en el asunto , pero hay un inconveniente a los gobiernos tampoco les conviene una sociedad mas culta,pero soy optimista la solucion proviene de nosotros que somos los consumidores del producto con determinacion y orden se puede dar en parte solucion a estos problemas.jm_lun@hotmail.com

Unknown dijo...

Me gusta la sociología de la ciencia, pero es cierto que la ciencia no se puede reducir a un discurso subjetivo más, en gran parte por su tradición, por su legitimación a través de la historia. Si bien el racionalismo coloniza muchas de nuestras representaciones del mundo lo cual no es natural, si es un acercamiento a la verdad de un modo coherente. Pero todo defensor del discurso científico debe aceptar que la ciencia no está terminada, por lo tanto no puedes hablar de verdad o de mentira tan escuetamente como lo haces al responderle al comentador. La ciencia no puede probar ni negar la existencia de fenómenos paranormales, porque el rótulo mismo de paranormal indica una comprensión desde una lógica diferente a la racionalista que cada vez coloniza más las representaciones del mundo de las personas.
Manifiestos como estos son profundamente mesiánicos porque resaltan a la razón como el dios del momento, como el camino por el que no se va a extraviar la humanidad y eso es errado. La ciencia en si no es religión, pero actitudes como estas si lo parecen.